Por: Antonio Martínez Ríos, Director de Planeación Estratégica Tax Advisors

1. No crear nuevos impuestos ni aumentar los ya existentes durante los primeros tres años de su gestión como presidente.
2. Reducir el IVA hasta en un 8% en la zona fronteriza y establecer un régimen de baja tributación con una tasa de 20% de ISR a empresas en los más de 3,000 kilómetros de frontera con Estados Unidos.

 

¿Qué haremos ante la reforma fiscal de Estados Unidos?

López Obrador también se comprometió a elaborar un plan para evitar que la reforma fiscal impulsada por el presidente Donald Trump el año pasado en Estados Unidos (y que entró en vigor en enero de este año) afecte los planes de inversión en México.

 

El principal cambio de la citada reforma de EUA es una reducción del ISR corporativo de un 35% a un 21%, lo cual podría disminuir la inversión extranjera directa en nuestro país y restaría competitividad a las empresas mexicanas en el ámbito internacional.

¿Y la expectativa de ingresos tributarios?

Ahora bien, el impacto de la última reforma fiscal -implementada en 2014- en el crecimiento de los ingresos tributarios se reflejó en los años recientes. Dichos ingresos llegaron a alcanzar los 2.84 billones al cierre de 2017, por lo que de aquí en adelante se espera que el crecimiento de la recaudación avance al ritmo de la economía. Por ello, se estima que habrá un crecimiento más moderado y más consistente con la actividad económica del país.

México sigue ocupando los últimos lugares en recaudación tributaria, no sólo entre los países miembro de la OCDE, sino a nivel general (incluso al compararse con naciones con un nivel de desarrollo similar). Es por ello que parece necesario impulsar una reforma hacendaria para la segunda mitad del sexenio del gobierno entrante.