Durante muchos años, la forma que vinculó a los individuos a través del trabajo fue la esclavitud. Se trataba de una situación en donde el trabajador era un esclavo que se había convertido en propiedad de alguien: su amo. El propietario podía utilizar al esclavo o venderlo de acuerdo a su voluntad y, por supuesto, apropiarse del producto de su trabajo.

Derivado de la guerra actual que existe de talento se concibe una evaluación mutua, no sólo las organizaciones evalúan a los futuros colaboradores, los futuros colaboradores también nos evalúan al momento de elegir en donde construirán su carrera y futuro profesional, es por ello que para las organizaciones se vuelve necesario no sólo valorar sus competencias y habilidades, si no fomentar su desarrollo y permanencia con un alto sentido de compromiso y motivación para que el progreso de la empresa sea exitosa.

Los clientes son generalmente el centro de toda nuestra atención, pero alguna vez nos preguntamos ¿quiénes llevarán a cabo la estrategia para que nuestros clientes estén bien atendidos? Pues sí, nuestros colaboradores.

Las compañías deberán generar una adecuada percepción de sus colaboradores para formar vínculos en donde se sientan más comprometidos, apasionados por su misión y orgullosos de la cultura empresarial a la que pertenecen.

Con ello el logro principal de cualquier empresa será que nuestro colaborador se convierta nuestro principal cliente, en fan de la propia corporación, de tal forma que podrá transmitirlo al desarrollar sus tareas y repercutirá en la calidad de los productos-servicios que llegan al cliente final.

La filosofía deberá centrarse en que colaboradores felices fomentarán clientes felices y generaremos una congruencia organizacional.

“El primer cliente que la organización deseará tener, será su propio colaborador”.

Ahora bien cómo podemos lograr dentro de nuestras organizaciones este enfoque consiguiendo que nuestros colaboradores se sientan partícipes de los resultados de la empresa:

COMPARTE LOS RESULTADOS
Pregúntales a tus colaboradores si conocen cuál es la estrategia de la organización, cuál es la misión o la visión de la marca, sus objetivos y cómo se están cumpliendo, cuál es el rumbo de la compañía.

CREA UN AMBIENTE DE TRABAJO ADECUADO
¿Quieres que tus clientes hablen bien de tu marca? Empieza por tus colaboradores, serán los que más te ayudarán a recomendar tu producto o servicio si se sienten comprometidos e ilusionados trabajando contigo. Los colaboradores que son felices y aman lo que hacen, no sólo dan lo mejor de sí mismos, sino que defenderán tu marca.

INVIERTE EN TUS COLABORADORES
Una empresa con un enfoque “Great Place to Work” es aquella en dónde te puedes desarrollar como profesional y dispones de las mejores herramientas para realizar tu trabajo eficientemente y con pasión. La formación es un aspecto clave, se necesitan reforzar continuamente las habilidades y competencias de nuestros colaboradores.

ESCUCHA, COMPARTE Y APRENDE
La escucha activa es necesaria con todos los colaboradores de tu organización. Puedes facilitarles un espacio en dónde puedan comunicar propuestas de mejora.

“Si cuidas a tus empleados, ellos cuidarán a tus clientes”.