Aminorar la Tasa del impuesto corporativo y aplicar impuestos a los productos importados son dos factores primordiales de la propuesta de reforma fiscal que impulsa el nuevo gobierno de los Estados Unidos de América (EUA) encabezado por Donald Trump.

La disminución de la Tasa corporativa de 35% a 20%  busca hacer  más atractivo al país norteamericano para inversionistas a escala global; lo anterior aunado al hecho de se prevé una “regularización fiscal” de los capitales mantenidos en el extranjero por parte de multinacionales norteamericanas, capitales que se plantea sujetar a la Tasa del 14.49%.

La disminución de la Tasa corporativa se plantea realizar a la par de la eliminación de  diversas deducciones fiscales, entre ellas, el impuesto corporativo estatal; razón por la cual, será necesario evaluar a fondo la reforma fiscal a efecto de determinar la disminución “real” que se verá reflejada en los bolsillos de los Contribuyentes.

México necesariamente está llamado a emprender acciones puntuales que eviten la fuga de capitales e inversiones; incluso, algunos legisladores han planteado la posibilidad de disminuir la Tasa imponible para efectos del Impuesto Sobre la Renta compensando el déficit a las finanzas públicas que ello implica, con un incremento en las tasas aplicables a Impuestos indirectos (IVA e IEPS), situación con la que personalmente no concuerdo.

Considero que México es un mercado competitivo en diversos sectores, entre ellos el sector manufacturero, no solo por los bajos costos de mano de obra y materias primas, sino por la gran calificación del personal; situación que ha sido respaldada por diversas corporaciones principalmente del sector automotriz; por lo cual, una disminución parcial de la Tasa corporativa para efectos de ISR  puede justificarse sin la necesidad de incrementar las tasas de los impuestos indirectos.

Atendiendo a los datos brindados por el Servicios de Administración Tributaria al cierre del Tercer bimestre de 2017, se aprecia un incremento exponencial en la recaudación por concepto de ISR como resultado de las políticas fiscales emprendidas; situación que dista de la recaudación de IVA la cual se ha mantenido en un margen lineal:

Por lo cual, el incremento de las tasas aplicables a impuestos indirectos no implicaría necesariamente un incremento en su recaudación.

La reforma fiscal de EUA representa un nuevo reto para nuestra nación del cual sin duda podremos salir avantes; sin embargo, es por demás importante la búsqueda de nuevos mercados y socios comerciales estratégicos a fin de romper la dependencia que por años hemos generado de nuestro vecino del norte.

Finalmente, será interesante analizar si la OCDE emitirá algún pronunciamiento referente a la disminución de la tasa corporativa en EUA, ya que ésta podría catalogarse como una práctica para erosionar la base imponible.

 

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